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Thursday, February 9, 2017

Biodiversidad Urbana

Universidad de Nuestra Señora del Rosario
Ciencia política, gobierno y relaciones internacionales
Gestión Ambiental Urbana
Jorge Esteban Ortiz y Mateo Navas

Del río Vicachá al caño de hoy

El rio Vicachá ubicado en el centro de la ciudad de Bogotá fue nombrado así por los muiscas, que significa “resplandor de agua en la penumbra”, y nace en medio de los cerros de Monserrate y Guadalupe. (Pinzon, 2015)
Como lo sostuvo el profesor de la universidad del Rosario William Hernando Alfonso Pina en una entrevista realizada, el río Vicachá fue en sus inicios un cuerpo de agua caudaloso que alimentaba las comunidades indígenas establecidas en esta zona. Con el tiempo le cambiaron el nombre gracias la construcción de la iglesia franciscana al margen derecho del rio en el año de 1567. (Daguer, 2001)
Lo urbano como lo conocemos actualmente, no permite una diversidad que incluya tanto la infraestructura urbana como la presencia de cuerpos naturales; en este caso el Rio San Francisco. Los ríos y humedales cercanos a la ciudad de Bogotá están siendo contaminados y extinguidos por una fuerte expansión de la ciudad: existen mapas que comprueban que humedales como el Juan Amarillo, se han venido reduciendo con el pasar de los años.
El rio San Francisco, antes Vicachá, fue en sus inicios uno de los ríos más caudalosos de la zona; además, hay quienes creen que Bogotá no dependería de Chingaza si se le hubiese dado un buen manejo a este cuerpo de agua. Se dice que desde la fundación de Santafé de Bogotá fue usado como la cañería de la ciudad ya que en este tiempo no existía una red de desagüe. En ese sentido, tenemos un río el cual pasa de ser la fuente de agua principal de la ciudad en la época fundacional, a ser un problema de salud pública debido por lo mismo que se mencionaba con anterioridad.
“…para que las lavanderas enjuagaran sus ropas, para hacer funcionar los molinos y las empresas que años más tarde estarían cerca al río usando la energía del agua; también fueron usados como baños públicos de la comunidad y fuentes de descanso.  Estos usos empezaron a convertirse en un problema porque afectaban la calidad del agua, generando insalubridad y contaminación de los afluentes. Es por esto que desde el siglo XVI se hizo necesaria la canalización y el manejo de las aguas, de manera que toda la población tuviera acceso a ella cómoda y eficazmente.” (ALCALDIA LOCAL DE LA CANDELARIA, 2013)
Una de las preguntas que se le planteó al profesor William fue: ¿cree usted que, si se le hubiera dado un manejo adecuado al río, hoy en día la ciudad y este cuerpo de agua podrían convivir en armonía? La opinión del profesor fue que sí podrían convivir sin afectarse en uno al otro; y afirmó que se han visto grandes ciudades en otros lugares del mundo que se encuentran a las orillas de grandes ríos o que estos mismos emplazamientos urbanos giran en torno a cuerpos de agua.
Para responder lo anterior, es necesario tener clara una definición de lo que sería la huella ecológica donde “…refers to the total area of productive land and bodies of water required on a permanent basis to produce all consumed resources and to absorb all waste materials produced by the agglomeration” (Morello, Mateucci, & Rodríguez, 2003, pág. 120). De tal manera, se podría afirmar que debido a que la ciudad fue fundada en medio de estos dos ríos (San Francisco y San Agustín) evidentemente el crecimiento de la población tendría un impacto directo en ambos ríos. Por lo anterior, debió haberse establecido una serie de políticas las cuales protegieran el curso natural de ambos ríos para que no hubiese tenido que llegar al punto de canalizarlo por precariedad en temas de salud pública.
Por otra parte, tenemos el hecho de la biodiversidad que existía en dicho lugar (el río) y alrededores o en su ecosistema, pudo verse afectada debido a la canalización del mismo. Teniendo en cuenta que existen especies las cuales no pueden llegar a convivir en un ambiente el cual a medida que pasaba el tiempo se iba urbanizando paulatinamente. Por lo anterior, la canalización del río desencadenó una serie de aparición de nuevas casas, edificios e infraestructura nueva la cual se veía beneficiada de la cercanía a estos importantes ríos, sin embargo, impactaría directamente el diario vivir de muchas especies que allí pasaban sus días.


Bibliografía

ALCALDIA LOCAL DE LA CANDELARIA. (2013). Nuestro centro es el agua. Bogotá.
Daguer, C. (7 de enero de 2001). EL TIEMPO. Obtenido de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-518637
Morello, J., Mateucci, S. D., & Rodríguez, A. (2003). Sustainable Development and Urban Growth in the Argentine Pampas Region. The Annals of the American Academy of Political and Social Science, 590.
Pinzon, C. (2 de septiembre de 2015). EL TIEMPO. Obtenido de http://www.eltiempo.com/bogota/el-renacer-del-rio-que-le-dio-agua-a-bogota/16326555



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