Gestión
Ambiental
Simón
Angulo, Nicolás Díaz, José Nieto
HUELLA AMBIENTAL: DE LA EXTRACCIÓN AL FINAL DE SUS
DÍAS
¿Sabes de dónde viene y a dónde va el plástico que
sirve de empaque al block de hojas que utilizas?
¿Sabes de dónde vienen y a dónde van las hojas que
usas para tomar apuntes?
¿Sabes de dónde vienen y a dónde van las lechugas que
consumes en las ensaladas y sus desechos?
Actualmente el tema de “cuidado ambiental” ha llegado
a tornarse en una gran preocupación en la sociedad de consumo, ante un proceso
de cambio climático inminente con consecuencias atroces para el planeta, y el
agotamiento de distintas fuentes de recursos naturales entre los que se
encuentran el agua y la tierra. Ponemos entre comillas el “cuidado ambiental”
debido a que el desconocimiento de cómo hacerlo es casi generalizado, y muchas
personas tienen nobles intenciones pero poco conocimiento.
Las principales problemáticas se concentran en la
emisión de gases invernadero, la contaminación de fuentes hídricas y la
producción exagerada de desechos. Colombia, para 2016, producía cerca de 32.000
toneladas de basuras DIARIAS y se llegan a aprovechar solo el 17% en algunos
procesos industriales, aunque el panorama es pesimista debido a que la industria
tiende a utilizar más y más materias primas empujando a la mayor producción de
desechos. (Portafolio, Solo dos ciudades
están al día con manejo de basuras, 2016)
Si bien, grandes esfuerzos se han emprendido a nivel
macro (reuniones internacionales como el que se celebró en Paris en 2015) y a
nivel micro (personas que buscan la manera de reducir el consumo de recursos
naturales y disminuir el gasto de energía), algunos parecen insuficientes y
además desarticulados. Para aliviar a esta problemática aparece el concepto de
HUELLA AMBIENTAL, que no solo necesita el apoyo de los gobiernos a distintas
escalas, sino que tanto organizaciones, empresas y ciudadanos deben
involucrarse y comprometerse en generar un cambio.
Vivimos en una sociedad de consumo, y eso es un hecho,
en donde se relaciona directamente el bienestar con aumento de consumo y
crecimiento económico (muestra de esto son encuestas como la Confianza del
Consumidor que mide la percepción que tiene la población sobre la sus finanzas
personales y la capacidad de consumo). En el caso de Colombia, para el último
trimestre de 2015, la Encuesta Global sobre la Confianza del Consumidor
arrojaba que el 69% de los encuestados veían con buenos ojos el 2016; (Economía,
2016)
y es que esta visión positiva sobre el consumo y mejora de las condiciones
financieras de los colombianos es el resultado del aumento del mismo consumo:
según un estudio de la firma de cifras Raddar,
el gasto de los hogares colombianos llegó a la cifra de 542,5 billones de pesos
para el 2015, superando en un 10,3% del año 2014, siendo los principales rubros
la alimentación, el transporte y vestuario. (Economía, 2016)
Muestra de ello es que para el DANE, el crecimiento
del PIB en 2015 estuvo relacionado con el aumento del gasto de consumo final en
los hogares colombianos que fue de un 3,8% frente al 2014, con un aumento del
7,1% de la demanda de bienes y servicios (Portafolio, 2016) Así mismo, desde que
en el mismo 2015 el peso se empezó a desvalorizar frente al dólar y el precio
de distintos productos aumentó (situación que empeoró en 2016), los hábitos de
consumo han variado, optando por consumir un poco menos o cambiar a productos
más económicos.
El problema del consumismo que vivimos hoy en día es
que solo nos concentramos en una parte de la vida útil de los productos que
consumimos (desde que son producidos hasta que van a dar en un vertedero), pero
no nos damos cuenta que la realidad tiene más profundidad, matices y
dimensiones. Esta etapa es desde que los compramos hasta que ya no nos son
útiles y los desechamos, pero pocos nos preguntamos de dónde vienen, cómo se
producen, qué efectos tienen y a dónde van a parar los productos que usamos.
Dejamos en manos de las empresas (y los controles del gobierno) la primera
etapa que es la que viene desde la extracción de los recursos para su
producción hasta la misma producción, y en manos del gobierno la etapa
posterior a decir “adiós” a nuestro producto. Ignoramos por completo la cadena
de suministros, los servicios y las prácticas que llevan a cabo las empresas
para que el producto llegue a nuestras manos.
Es así como la HUELLA AMBIENTAL busca de alguna manera
medir todo esto. Es una metodología que intenta determinar el comportamiento
ambiental de productos, servicios y empresas, además de los posibles impactos
ambientales que se generan de manera directa o indirecta por estos los mismos (Agrelo) más allá del consumo
en sí mismo y la vida útil de los productos. Gas Natural FENOSA tiene en su
portal, en la sección sobre Reputación y
Responsabilidad Corporativa, una sección dedicada a la Huella Ambiental.
Para ellos, la Huella Ambiental (de las organizaciones) es una medida
multicriterio que tiene por objetivo tratar de reducir el impacto ambiental
derivado de las actividades de las organizaciones, teniendo en cuenta las
actividades de la cadena de suministro; para ellos puede ser directa cuando las
actividades están bajo el control de la organización, mientras que es indirecta
cuando los efectos no se encuentran bajo el control de la organización, pero
son consecuencia de su actividad. (Gas Natural FENOSA, 2015) Entre las medidas
que tiene en cuenta Gas Natural FENOSA sobre HUELLA AMBIENTAL se encuentran: a
huella hídrica, la huella de cambio climático, la huella de recursos, la huella
atmosférica, la huella de residuos y la huella de biodiversidad.
De alguna manera, varias empresas utilizan sus propias
variables y formas de medición, pero las tres principales huellas a tener en
cuenta son: (Gas Natural FENOSA, 2015)
-
Huella de carbono: da información parcial sobre el
impacto ambiental a partir de la suma de emisiones de efecto invernadero, a
partir de toneladas de CO2.
-
Huella hídrica: evalúan el impacto de la utilización
del recurso hídrico, considerando la
-
cantidad de agua dulce utilizada para producir
determinado producto (consumida + contaminada).
-
Huella ecológica: es la medida de la superficie
ecológica productiva que es necesaria para producir los recursos necesarios
para una persona, una comunidad, una ciudad o un país. Así mismo, tiene en
cuenta la superficie necesaria para absorber los residuos generados del
consumo.
Es compromiso de todos conocer el impacto que tienen
todos los productos que consumimos (desde el banano hasta el carro último
modelo que utilizamos), al igual que los servicios a los que accedemos (del
servicio de wifi con que navegamos en la red hasta el crucero u hotel 5
estrellas que disfrutamos en vacaciones); todo esto sin dejar de lado revisar
el compromiso con el medio ambiente que tienen las empresas que nos ofrecen
todos estos bienes y servicios. Ya no es solo asunto de responsabilidad social
empresarial, sino que también la responsabilidad ambiental empresarial esencial
para vivir de manera más sostenible y en mejor calidad, no solo para nosotros sino
para esa gran parte de la población mundial que vive en estado de pobreza. Este
nuevo ingrediente puede ser ayudado por la HUELLA AMBIENTAL para alcanzar una
sostenibilidad ambiental, a partir del consumo responsable y la consciencia
ambiental que tanto nos hace falta.
Un ejemplo de cómo saber utilizar la HUELLA AMBIENTAL
es la implementación de plantas de reciclaje, las cuales permiten aumentar la
vida útil de productos que logran ser reutilizarlos y disminuir el nivel de
consumo (que trae consigo un menor impacto ambiental). En Colombia los
esfuerzos ya son de carácter imperativo por la ley (todas los municipios del
país deben implementar un Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos – PGIRS,
reglamentado por los Decretos 2981 de 2013 y 1077 de 2015) y al inclusión de
unos actores supremamente importantes en las tareas de recuperación: los
recicladores, debe hacerse. Ciudades como Bogotá y Bucaramanga han logrado
recuperar entre 1.200 y 1.400 toneladas de basura diarias, de los 7.000 que se
producen. (Portafolio, Solo dos ciudades
están al día con manejo de basuras, 2016) Pero para que las
ciudades puedan reciclar necesitan de nuestra ayuda, empezando desde nuestras
casas y, a partir de un esfuerzo más grande y necesario, averiguar qué consumir
que nos permita reciclar o disminuir el impacto que generamos en nuestro
planeta.
Bibliografía
Agrelo, M. (s.f.). Huella Ambiental ¿Qué es y qué
incluye? Obtenido de Eco-Huella:
http://www.eco-huella.com/2016/03/huella-ambiental.html
Economía. (07 de 02 de 2016). El consumidor colombiano
sigue muy optimista. Obtenido de El Tiempo:
http://www.eltiempo.com/economia/finanzas-personales/consumo-en-colombia/16503597
Gas Natural FENOSA. (2015). Huella Ambiental -
Reputación y Responsabilidad Corporativa. Obtenido de gasNatural fenosa:
http://www.gasnaturalfenosa.com/es/reputacion+y+responsabilidad+corporativa/compromisos+e+indicadores/medio+ambiente/gestion+ambiental/1297306503599/huella+ambiental.html
Portafolio. (28 de 03 de 2016). El consumo final de
Colombia se incrementó 3,9% durante 2015. Obtenido de Portafolio:
http://www.portafolio.co/economia/gobierno/consumo-final-colombia-incremento-2015-492807
Portafolio. (07 de 04 de 2016). Solo dos ciudades están
al día con manejo de basuras. Obtenido de Portafolio:
http://www.portafolio.co/economia/gobierno/dos-ciudades-dia-manejo-basuras-493685
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